¿A qué llamamos belleza?

 

SOBRE LA BONDAD

En el día del cumpleaños, por excelencia el día en que se celebra seguir vivo, hay una energía particular porque muchas personas cercanas y lejanas se unen en sus buenos deseos, creando así un ambiente propicio para el bienestar.  Estando con esa energía, leo un artículo de Irene Vallejo donde dice que la bondad la erotiza porque en nuestra sociedad actual la bondad está desacreditada. Este artículo lo publica Iván, uno de mis hermanos mayores a quien admiro por su mirada bondadosa de la vida y de sus circunstancias, por difíciles que sean, y por su entrega a su oficio de profesor universitario, vocación que compartimos, respetamos y celebramos justamente porque nos permite un espacio digno y dignificante para el ejercicio de la bondad y la empatía, que como dice Irene Vallejo parece en oposición con el éxito ramplante, avasallador, egoíco que esta sociedad parece perseguir a toda costa y a cualquier precio. Justo hoy, aparece publicado un artículo de la Revista Buen Gusto sobre Hotel Alma, un proyecto retador y exigente que sacado todo lo bueno de Felipe y de mí y también todos nuestros monstruos. En ese artículo se hace énfasis en la coherencia, en el éxito pensado desde un lugar diferente, desde un lugar donde hay espacio para el progreso de otros, donde el éxito del proyecto incluye el cuidado del otro y del medio ambiente. No puedo estar más de acuerdo con Irene Vallejo. Por eso cuando un joven se gradua del colegio o de la universidad me abstengo de desearle éxito, porque este usualmente no solo es esquivo, sino que cuando no lo es, suele ser árido. Prefiero desear Felicidad, la que en el día de mi cumpleaños deseo para mí: una Felicidad que debe estar permeada por la coherencia y la bondad siempre, una sumatoria de alegrías pequeñas, aquellas que surgen espontáneamente cuando se sirve a los otros, a la vida.

11 de febrero de 2024